Welcome Guest   Login or Create an account
LIVE CHAT | INSTANT MESSENGER | BOOKMARK US
FORUM
New Posts | My Topics | My Recent Posts | My Forum Settings | Subscriptions
Acabando con la Guerra Contra la Práctica de Compartir
        Total Views: 37054 - Total Replies: 2
Sep 23 2018, 6:59 pm - By Richard Stallman  [GNU]
Richard Stallman  [GNU]

 

Acabando con la Guerra Contra la Práctica de Compartir

por Richard Stallman

2009-10-13

Traducción árabe (por Osama Khalid)

Cuando la compañías discográficas arman tanto escándalo sobrelos peligros de la "piratería", no están hablando de violentos ataquesa los barcos. De lo que se quejan es de la práctica de compartir copiasde música, una actividad en la que participan millones de personas conespíritu de cooperación. Mediante el uso del término "piratería", lascompañías discográficas demonizan la cooperación y la práctica decompartir, equiparando estas actividades al secuestro de personas, alasesinato y al robo.

El /copyright/ fue establecido después de la aparición de laimprenta, método que posibilitó la producción masiva de copiasgeneralmente para uso comercial. En ese contexto tecnológico el/copyright /era aceptable en calidad de norma industrial, no comorestricción a los lectores ni (posteriormente) a quienes escuchanmúsica.

En la década del 1890, las compañías discográficas comenzaron avender música producida en masa. Estas grabaciones nointerfirieron sino que facilitaron el poder escuchar y disfrutarde la música. El /copyright/ de estas grabaciones musicales noimplicaba prácticamente ningún tipo decontroversias, ya que sólorestringía a las compañías discográficas y no a los oyentes.

Hoy en día la tecnología digital le permite a cualquiera hacer ycompartir copias. Las compañías discográficas ahora pretendenusar las leyes del /copyright/ para impedirnos el uso de ese avancetecnológico. La ley que era aceptable cuando restringía sólo a loseditores es ahora una injusticia porque prohíbe la cooperación entreciudadanos.

Evitar que las personas puedan compartir va contra la naturalezahumana, y la propaganda Orwelliana que dice que "compartir esrobar" normalmente cae en saco roto. Parecería que la única manerade hacer que la gente deje de compartir es mediante una dura GuerraContra la Práctica de Compartir. Por consiguiente, las compañíasdiscográficas, a través de brazos legales tales como la RIAA,

demanda a adolescentes por cientos de miles de dólares bajo laacusación de haber compartido. Mientras tanto, las corporacionesconspiran para restringir el acceso público a la tecnología desarrollandosistemas de Administración de Restricciones Digitales (/DRM - DigitalRestriction Managment/), diseñados para encadenar a los usuarios eimposibilitar la copia. Los ejemplos incluyen iTunes, los DVD y los discosBlueray. (Para más informaciónver DefectiveByDesign.org). Aunque talesconspiraciones constituyen restricciones al comercio, los gobiernos no laspersiguen legalmente.

A pesar de estas medidas, la práctica de compartir sigue en pie;el ser humano posee un fuerte impulso hacia la cooperación. Por lotanto, en Octubre de 2008 los EEUU aprobaron una ley parasecuestrar los ordenadores utilizados para llevar a cabo lapráctica prohibida de compartir. La Unión Europea estácontemplando la posibilidad de implementar una directiva quesuspendería el servicio de Internet a las personas que hayan sidoacusadas (no declaradas culpables) de compartir; quien deseecolaborar para oponerse a dichas medidas, puede dirigirse al sitiolaquadrature.net. Nueva Zelanda ya adoptó esta ley en 2008.

Recientemente, durante un congreso cinematográfico, oí que hubouna propuesta para requerir a las personas que demostraran suidentidad para poder acceder a Internet; dicha vigilancia tambiénayudaría a eliminar el disenso y la democracia. China ha anunciadola implementación de una norma de ese tipo para los cybercafés, ¿serála UE la siguiente? Un parlamentario del Reino Unido propuso llevar aprisión a diez personas por compartir. Esto no ha sido aceptado... todavía.

Mientras tanto, en Méjico, los niños están siendo invitados a delatar a suspadres, al estilo soviético, por realizar copias no autorizadas. Parecieraque no existen límites a la crueldad de la industria del /copyrigh/t ensu Guerra Contra la Práctica de Compartir.

El argumento principal de las compañías discográficas paraprohibir que se comparta es que causa la "pérdida" de empleos.Claramente son puras suposiciones. Pero incluso aunque fueraverdad, no justificaría la Guerra Contra la Práctica de Compartir.¿Debería la gente dejar de limpiar sus propias casas para evitar la"pérdida" de puestos de trabajo para los empleados domésticos?¿O acaso prohibir a la gente cocinar ellos mismos, o prohibir compartirrecetas, para evitar la "pérdida" de puestos de trabajo en los restaurantes?Son argumentos absurdos porque el "remedio" es mucho más dañino que la"enfermedad".

Las compañías discográficas aseguran también que el hecho decompartir música reduce los ingresos de los músicos. Esta es unaverdad a medias, una de esas que son peores que una mentira, yel nivel de veracidad que contiene es mucho menos que la mitad.

Incluso si aceptamos la hipótesis de que si no hubieras descargadola música, la habrías comprado --normalmente falso, pero enocasiones cierto-- solamente si el músico es una superestrellaconsolidada verá algo del dinero de la compra. Las comañíasdiscográficas intimidan a los músicos al comienzo de suscarreras con contratos que los explotan durante los primeros 5 o7 discos. Es casi imposible que un disco que se publique bajoesos términos venda suficientes copias como para que el músico veaun centavo de las ventas. Para más detalles ver.Dejando de lado a las superestrellas consolidadas, la práctica decompartir sólo reduce la cantidad de dinero que las compañíasdiscográficas usan para demandar a los amantes de la música.

Con respecto a los pocos músicos cuyos contratos no los explotan,o sea las superestrellas consolidadas, el hecho de que estas personasse vuelvan un poco menos ricas no representa ningún problema enespecial para la sociedad o para la música. No hay nada que justifiquela Guerra Contra la Práctica de Compartir. Nosotros, el público,debemos ponerle fin.

Hay quien sostiene que las compañías discográficas nuncaconseguirán eliminar la práctica de compartir, que eso es algoimposible de lograr. Dada la asimetría entre lafuerza del /lobby/de la industria discográfica y la fuerza de los amantes de la música,desconfío de las predicciones sobre quién ganará esta guerra; encualquier caso, sería insensato desestimar al enemigo. Debemossuponer que cualquiera de las partes puede ganar, y el resultadodepende de nosotros.

Además, incluso si las compañías discográficas nuncaconsiguieran eliminar la cooperación humana, causan muchodaño sólo intentándolo, y tienen intención de causar aún más.En vez de dejarles continuar la Guerra Contra la Práctica deCompartir hasta que admitan que es inútil, debemos detenerles loantes posible. Debemos legalizar la práctica de compartir.

Algunos opinan que la sociedad de la red no necesitará más de lascompañías discográficas. No apoyo esta postura. Nunca pagaré poruna descarga de música hasta el día que pueda hacerlo de formaanónima, así que quiero poder comprar CDs anónimamente en unatienda de discos. No deseo la eliminación de las compañíasdiscográficas en general, pero no renunciaré a mi libertadpara que ellos continúen.

La finalidad del /copyright/ --en grabaciones musicales o encualquier otra obra-- es simple: fomentar la literatura y elarte. Ese es un buen objetivo pero tiene límites, no puedejustificarlo todo. Impedir que la gente comparta sin ánimo delucro ya es demasiado. Si queremos promover la música en laera de las redes de ordenadores, debemos elegir métodos que seajusten a lo que queremos hacer con ella, y eso incluyecompartirla.

A conitnuación doy varias sugerencias sobre lo que podemos hacer:

  • Los fanáticos de ciertos tipos de música pueden organizar gruposde /fans/ para apoyar a quienes comparten los mismos gustos.
  • Podemos incrementar los fondos de los programas gubernamentalesexistentes que subvencionan la producción musical.
  • Los artistas pueden financiar trabajos caros mediantesuscripciones, devolviendo el dinero si la obra no se hace.
  • Muchos músicos obtienen más dinero de la venta de sus artículospromocionales que de la venta de sus discos. Si adoptan un sistemabasado en la comercialización de esos artículos para la recaudación defondos, no tendrán ninguna razón para impedir la copia, todo lo contrario.
  • Podemos apoyar a los músicos con fondos públicos distrubuidos directamenteen proporción a la raiz cúbica de su popularidad. El uso de la raíz cúbicaimplica que si la superestrella A es 1000 veces más popular que el talentosoartista B, A obtendrá 10 veces más de los fondos que B. Esta forma dedividirel dinero constituye un método eficiente para promocionar una ampliavariedadde música.

    Debería existir una legislación que garantice que las compañíasdiscográficas no puedan confiscar esos fondos a los artistas, ya quea experiencia demuestra que es lo que harán. Hablar en términos de"compensación" del "titular de los derechos" es proponer en forma encubiertaque la mayor parte del dinero sea destinada a las compañías discográficasen nombre de los artistas.

    Los fondos podrían provenir del presupuesto general, o de unimpuesto especial sobre algún bien o servicio relacionado de algunamanera con el hecho de escuchar música, como los discos vírgenes o laconexión a internet. Cualquiera de las dos formas funcionaría.

    Existe un plan similarllamado Mécénat Global.

  • Apoyar a los artistas con pagos voluntarios. Esto ya estáfuncionando muy bien para algunos artistas, incluyendo aRadiohead, Nine Inch Nails y Jane Syberry (sheeba.ca), inclusousando sistemas inconvenientes que requieren que el compradoruse la tarjeta de crédito.

    Si los amantes de la música pudieran pagar fácilmente condinero digital, si cada reproductor de música tuviera un botón quepudieras pulsar para enviarle un euro al artista que hizo lacanción que acabas de escuchar, ¿no lo pulsarías de vez en cuando,quizás una vez por semana?. Sólo los pobres y los muy tacaños nolo harían.

Quizás tengas otras buenas ideas. Apoyemos a los músicos, ylegalicemos la práctica de compartir.

1 Ver el artículo pero cuidado con el uso que allí se hace del término "propiedad intelectual". Este término disemina confusión porque se usa para agrupar incorrectamente varias leyes que no están relacionadas entre sí. Ver la explición de los motivos por los cuales no es bueno utilizar ese término en el siguiente enlace.

2 Ver /the-future-of-copyright/.

Copyright 2009 Richard Stallman
Traducción de Dora ScilipotiEste artículo se publica bajo la Licencia Creative CommonsReconocimiento-Sin obras derivadas 3.0

Copyright (c) 1996, 1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 Richard Stallman
Verbatim copying and redistribution of this entire page are permitted provided this notice is preserved.
Verbatim copying and redistribution of any of the photos in the photos subdirectory is permitted under the Creative Commons Noderivs license version 3.0 or later. You can copy and redistribute the photo of me playing music to the butterfly under the Creative Commons Noderivs Nocommercial license version 3.0 or later. Any other photos of me in this (the toplevel) directory may be copied and redistributed under the Creative Commons Noderivs license version 3.0

"Those who profess to favor freedom, yet depreciate agitation, are men who want crops without plowing up the ground. They want rain without thunder and lightning. They want the ocean without the awful roar of its many waters. This struggle may be a moral one; or it may be a physical one; or it may be both moral and physical; but it must be a struggle. Power concedes nothing without a demand. It never did and it never will."
Sep 24 2018, 4:21 pm - Replied by: Who.Cares  =ea=
Who.Cares  =ea=


Richard Stallman wrote:

Acabando con la Guerra Contra la Práctica de Compartir

por Richard Stallman

2009-10-13

Traducción árabe (por Osama Khalid)

Cuando la compañías discográficas arman tanto escándalo sobrelos peligros de la "piratería", no están hablando de violentos ataquesa los barcos. De lo que se quejan es de la práctica de compartir copiasde música, una actividad en la que participan millones de personas conespíritu de cooperación. Mediante el uso del término "piratería", lascompañías discográficas demonizan la cooperación y la práctica decompartir, equiparando estas actividades al secuestro de personas, alasesinato y al robo.

El /copyright/ fue establecido después de la aparición de laimprenta, método que posibilitó la producción masiva de copiasgeneralmente para uso comercial. En ese contexto tecnológico el/copyright /era aceptable en calidad de norma industrial, no comorestricción a los lectores ni (posteriormente) a quienes escuchanmúsica.

En la década del 1890, las compañías discográficas comenzaron avender música producida en masa. Estas grabaciones nointerfirieron sino que facilitaron el poder escuchar y disfrutarde la música. El /copyright/ de estas grabaciones musicales noimplicaba prácticamente ningún tipo decontroversias, ya que sólorestringía a las compañías discográficas y no a los oyentes.

Hoy en día la tecnología digital le permite a cualquiera hacer ycompartir copias. Las compañías discográficas ahora pretendenusar las leyes del /copyright/ para impedirnos el uso de ese avancetecnológico. La ley que era aceptable cuando restringía sólo a loseditores es ahora una injusticia porque prohíbe la cooperación entreciudadanos.

Evitar que las personas puedan compartir va contra la naturalezahumana, y la propaganda Orwelliana que dice que "compartir esrobar" normalmente cae en saco roto. Parecería que la única manerade hacer que la gente deje de compartir es mediante una dura GuerraContra la Práctica de Compartir. Por consiguiente, las compañíasdiscográficas, a través de brazos legales tales como la RIAA,

demanda a adolescentes por cientos de miles de dólares bajo laacusación de haber compartido. Mientras tanto, las corporacionesconspiran para restringir el acceso público a la tecnología desarrollandosistemas de Administración de Restricciones Digitales (/DRM - DigitalRestriction Managment/), diseñados para encadenar a los usuarios eimposibilitar la copia. Los ejemplos incluyen iTunes, los DVD y los discosBlueray. (Para más informaciónver DefectiveByDesign.org). Aunque talesconspiraciones constituyen restricciones al comercio, los gobiernos no laspersiguen legalmente.

A pesar de estas medidas, la práctica de compartir sigue en pie;el ser humano posee un fuerte impulso hacia la cooperación. Por lotanto, en Octubre de 2008 los EEUU aprobaron una ley parasecuestrar los ordenadores utilizados para llevar a cabo lapráctica prohibida de compartir. La Unión Europea estácontemplando la posibilidad de implementar una directiva quesuspendería el servicio de Internet a las personas que hayan sidoacusadas (no declaradas culpables) de compartir; quien deseecolaborar para oponerse a dichas medidas, puede dirigirse al sitiolaquadrature.net. Nueva Zelanda ya adoptó esta ley en 2008.

Recientemente, durante un congreso cinematográfico, oí que hubouna propuesta para requerir a las personas que demostraran suidentidad para poder acceder a Internet; dicha vigilancia tambiénayudaría a eliminar el disenso y la democracia. China ha anunciadola implementación de una norma de ese tipo para los cybercafés, ¿serála UE la siguiente? Un parlamentario del Reino Unido propuso llevar aprisión a diez personas por compartir. Esto no ha sido aceptado... todavía.

Mientras tanto, en Méjico, los niños están siendo invitados a delatar a suspadres, al estilo soviético, por realizar copias no autorizadas. Parecieraque no existen límites a la crueldad de la industria del /copyrigh/t ensu Guerra Contra la Práctica de Compartir.

El argumento principal de las compañías discográficas paraprohibir que se comparta es que causa la "pérdida" de empleos.Claramente son puras suposiciones. Pero incluso aunque fueraverdad, no justificaría la Guerra Contra la Práctica de Compartir.¿Debería la gente dejar de limpiar sus propias casas para evitar la"pérdida" de puestos de trabajo para los empleados domésticos?¿O acaso prohibir a la gente cocinar ellos mismos, o prohibir compartirrecetas, para evitar la "pérdida" de puestos de trabajo en los restaurantes?Son argumentos absurdos porque el "remedio" es mucho más dañino que la"enfermedad".

Las compañías discográficas aseguran también que el hecho decompartir música reduce los ingresos de los músicos. Esta es unaverdad a medias, una de esas que son peores que una mentira, yel nivel de veracidad que contiene es mucho menos que la mitad.

Incluso si aceptamos la hipótesis de que si no hubieras descargadola música, la habrías comprado --normalmente falso, pero enocasiones cierto-- solamente si el músico es una superestrellaconsolidada verá algo del dinero de la compra. Las comañíasdiscográficas intimidan a los músicos al comienzo de suscarreras con contratos que los explotan durante los primeros 5 o7 discos. Es casi imposible que un disco que se publique bajoesos términos venda suficientes copias como para que el músico veaun centavo de las ventas. Para más detalles ver.Dejando de lado a las superestrellas consolidadas, la práctica decompartir sólo reduce la cantidad de dinero que las compañíasdiscográficas usan para demandar a los amantes de la música.

Con respecto a los pocos músicos cuyos contratos no los explotan,o sea las superestrellas consolidadas, el hecho de que estas personasse vuelvan un poco menos ricas no representa ningún problema enespecial para la sociedad o para la música. No hay nada que justifiquela Guerra Contra la Práctica de Compartir. Nosotros, el público,debemos ponerle fin.

Hay quien sostiene que las compañías discográficas nuncaconseguirán eliminar la práctica de compartir, que eso es algoimposible de lograr. Dada la asimetría entre lafuerza del /lobby/de la industria discográfica y la fuerza de los amantes de la música,desconfío de las predicciones sobre quién ganará esta guerra; encualquier caso, sería insensato desestimar al enemigo. Debemossuponer que cualquiera de las partes puede ganar, y el resultadodepende de nosotros.

Además, incluso si las compañías discográficas nuncaconsiguieran eliminar la cooperación humana, causan muchodaño sólo intentándolo, y tienen intención de causar aún más.En vez de dejarles continuar la Guerra Contra la Práctica deCompartir hasta que admitan que es inútil, debemos detenerles loantes posible. Debemos legalizar la práctica de compartir.

Algunos opinan que la sociedad de la red no necesitará más de lascompañías discográficas. No apoyo esta postura. Nunca pagaré poruna descarga de música hasta el día que pueda hacerlo de formaanónima, así que quiero poder comprar CDs anónimamente en unatienda de discos. No deseo la eliminación de las compañíasdiscográficas en general, pero no renunciaré a mi libertadpara que ellos continúen.

La finalidad del /copyright/ --en grabaciones musicales o encualquier otra obra-- es simple: fomentar la literatura y elarte. Ese es un buen objetivo pero tiene límites, no puedejustificarlo todo. Impedir que la gente comparta sin ánimo delucro ya es demasiado. Si queremos promover la música en laera de las redes de ordenadores, debemos elegir métodos que seajusten a lo que queremos hacer con ella, y eso incluyecompartirla.

A conitnuación doy varias sugerencias sobre lo que podemos hacer:

  • Los fanáticos de ciertos tipos de música pueden organizar gruposde /fans/ para apoyar a quienes comparten los mismos gustos.
  • Podemos incrementar los fondos de los programas gubernamentalesexistentes que subvencionan la producción musical.
  • Los artistas pueden financiar trabajos caros mediantesuscripciones, devolviendo el dinero si la obra no se hace.
  • Muchos músicos obtienen más dinero de la venta de sus artículospromocionales que de la venta de sus discos. Si adoptan un sistemabasado en la comercialización de esos artículos para la recaudación defondos, no tendrán ninguna razón para impedir la copia, todo lo contrario.
  • Podemos apoyar a los músicos con fondos públicos distrubuidos directamenteen proporción a la raiz cúbica de su popularidad. El uso de la raíz cúbicaimplica que si la superestrella A es 1000 veces más popular que el talentosoartista B, A obtendrá 10 veces más de los fondos que B. Esta forma dedividirel dinero constituye un método eficiente para promocionar una ampliavariedadde música.

    Debería existir una legislación que garantice que las compañíasdiscográficas no puedan confiscar esos fondos a los artistas, ya quea experiencia demuestra que es lo que harán. Hablar en términos de"compensación" del "titular de los derechos" es proponer en forma encubiertaque la mayor parte del dinero sea destinada a las compañías discográficasen nombre de los artistas.

    Los fondos podrían provenir del presupuesto general, o de unimpuesto especial sobre algún bien o servicio relacionado de algunamanera con el hecho de escuchar música, como los discos vírgenes o laconexión a internet. Cualquiera de las dos formas funcionaría.

    Existe un plan similarllamado Mécénat Global.

  • Apoyar a los artistas con pagos voluntarios. Esto ya estáfuncionando muy bien para algunos artistas, incluyendo aRadiohead, Nine Inch Nails y Jane Syberry (sheeba.ca), inclusousando sistemas inconvenientes que requieren que el compradoruse la tarjeta de crédito.

    Si los amantes de la música pudieran pagar fácilmente condinero digital, si cada reproductor de música tuviera un botón quepudieras pulsar para enviarle un euro al artista que hizo lacanción que acabas de escuchar, ¿no lo pulsarías de vez en cuando,quizás una vez por semana?. Sólo los pobres y los muy tacaños nolo harían.

Quizás tengas otras buenas ideas. Apoyemos a los músicos, ylegalicemos la práctica de compartir.

1 Ver el artículo pero cuidado con el uso que allí se hace del término "propiedad intelectual". Este término disemina confusión porque se usa para agrupar incorrectamente varias leyes que no están relacionadas entre sí. Ver la explición de los motivos por los cuales no es bueno utilizar ese término en el siguiente enlace.

2 Ver /the-future-of-copyright/.

Copyright 2009 Richard Stallman
Traducción de Dora ScilipotiEste artículo se publica bajo la Licencia Creative CommonsReconocimiento-Sin obras derivadas 3.0

https://jilldennison.files.wordpress.com/2016/07/idiot-of-the-week-medal.png?w=750
Jun 09 2019, 8:37 pm - Replied by: PXP-WINGNUT  -PxP-
PXP-WINGNUT  -PxP-

Artículo muy interesante, sí, recuerdo aquellos días antes de lo digital ...


 
© Copyright 2024 Novalogic Inc